La Fuerza

La Fuerza es el undécima Arcano de los Arcanos Mayores de la baraja del Tarot.

En algunos Tarots, la han intercambiado por la Justicia y su numeración está invertida. La Fuerza se sitúa en el número 8 y la Justicia, en el número 11. Esto fue fruto de estudios posteriores de ocultistas que interpretaron que esa debía ser su colocación correcta. Pero, en el comienzo de todas las Barajas de Tarot más antiguas, estaba numerada con el número 11.

Aclarado esto, vamos a estudiar este Arcano.

A diferencia del Arcano anterior, la Rueda de Fortuna, este vuelve a representar una figura humana como todos los anteriores, pero incluye también la representación de un animal.

El fondo de la lámina es de color rosa violáceo. Una mezcla entre actividad y espiritualidad.

La Mujer

El personaje principal es una mujer. Su cabello rubio y sus ojos azules, indican que es una persona que ha alcanzado un grado de evolución espiritual. Su mirada, mira hacia abajo, pero no al animal que la acompaña, sino a un lugar indeterminado situado ante éste. Su rostro no indica ni preocupación ni peligro, simplemente observa.

En su cabeza, luce un sombrero, con la misma forma que el sombrero del Mago, formando el símbolo del infinito, como un 8 en horizontal. Sin embargo, se mire desde la perspectiva que se mire, este es un extraño sombrero.

No sirve pensar, como he leído en algunos autores, que, en la época, los dibujos no eran precisos. No hay que olvidar que estos naipes, datan de la época del Renacimiento, en la que se dieron innumerables artistas con obras maravillosas que dominaban la técnica de la perspectiva a la perfección y, que los naipes, eran diseñados manualmente por ilustradores de prestigio. Por lo tanto, cabe imaginar que lo que podemos pensar que son defectos, no son tales, sino que están diseñados así para indicarnos algo.

El sombrero de la mujer, parece lo que hoy llamaríamos Pamela, con un diseño algo retorcido. Pero, si observamos atentamente, nos daremos cuenta de es, en realidad, un sombrero de ala grande, recubierto con una corona. La parte externa es de color azul regio con un borde del mismo color y la parte interna es de color blanco, con un borde más oscuro casi beige. Deja evidenciar que es el color blanco el que toca directamente su cabeza, mientras la parte exterior, la que muestra al mundo es la de color azul. La corona dorada sobre este sombrero, muestra seis puntas doradas. Es de suponer que hay otras 6 por el otro lado, por lo tanto, es una corona de 12 puntas.

Una interpretación plausible para este tocado es que sea una mujer pura de corazón que ostenta la Fuerza de los signos del zodiaco o por lo menos, su conocimiento.

Esta ataviada con un vestido azul que, a diferencia de las mujeres anteriores, marca claramente sus curvas femeninas. Es, por así decirlo, más sensual. Ese color, como sabemos, indica nobleza. Está recubierta por una capa de color rojo, indicativo de la vida y la vitalidad. Sus mangas, amarillas, indican la inteligencia superior. El color naranja que luce en el centro del pecho es la inteligencia material. Bajo las mangas amarillas hay otra bajo manga de color rosa pálido, una atenuación del rojo que indica que sus acciones, aunque dinámicas, no se rigen por la pasión descontrolada.

Sus manos poseen todos los dedos, aunque uno no se aprecia debido a la posición de las mismas. Solo deja ver uno de sus pies, con los cinco dedos, calzado con una sandalia.

Esta mujer, sin embargo, no pisa el suelo. A diferencia de las cartas anteriores, no hay un suelo de tierra sobre el que se asienta. Parece flotar en el aire. Está en plano más etéreo.

Sus dos manos se hallan en la boca de un animal. Por su posición, tanto puede ser que le esté abriendo la boca o que le esté impidiendo cerrarla.

El animal

Es muy tradicional asociar a este animal a un león, debido a su color naranja y a su pelo ondulado. Pero, lo cierto, es que, si fuera un león, su melena debería ser más voluminosa y comenzar en la parte superior de la cabeza. Sus fauces tampoco se parecen en nada a las de un león. Es más, ni siquiera enseña los dientes, lo que, para un león auténtico, con la boca en esa posición sería inevitable.

¿Estamos pues ante un león?

A mí, sinceramente, me parece Setter irlandés (por el color, aunque en el Tarot eso no es determinante, ya que el color es simbólico), un Golden Retriever o, incluso, un Labrador, pero, desde luego, un león, no.

Además, la expresión del animal, es bondadosa y su sumisión a la mujer es total.

¿Qué hace entonces esta mujer con el animal?

Sinceramente, yo hago eso con mis perros, cuando les quiero dar, por ejemplo, una pastilla.

Evidentemente, es difícil suponer que le está dando una pastilla, pero es fácil suponer que juega con él.

La simbología tradicional de la carta es que está dominando la fuerza bruta, a mi entender, la está más bien, domesticando.

Esta carta siempre me ha recordado mucho al pasaje del Zorro en El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, en la que el zorro, explica al Principito, lo que debe hacer para domesticarle y el vínculo que se creará entre ellos.

Esta mujer poderosa, sin duda, reina tal vez, de un plano más alto que el material, juega con su perro al que ha domesticado con su inteligencia, pero también con su bondad.

La Fuerza representa, en mi opinión, no la fuerza física, sino la fuerza intelectual y superior que, por medio de la bondad, es capaz de domesticar los instintos primarios. Hay que tener en cuenta que sucede a la Rueda de Fortuna, en la que había la posibilidad de avanzar, detenerte o retroceder. Esta carta nos indica un avance de lo puramente básico e instintivo hacia la inteligencia superior, por medio de un acto de dominar esos instintos básicos.

El hecho de que el personaje dominante sea una mujer y no un hombre, indica que el que prevalece es el hemisferio derecho, que rige la conducta más emotiva y está tradicionalmente más asociado a lo femenino. Eso nos indicarían también las posiciones de sus manos. El hemisferio izquierdo o racional rige el lado derecho del cuerpo, mientras que el derecho rige el izquierdo. Su mano izquierda sujeta su mandíbula inferior, mientras su mano derecha sujeta la superior y la inclina hacia arriba. Por lo tanto, su hemisferio emocional y femenino tira de la mandíbula superior del animal hacia el dominio de sus emociones, mientras mantiene el racional controlado.

La fuerza nos indica que el instinto básico y animal que hay en ti, se domina gracias a la parte femenina y emocional, por medio del autocontrol de las emociones.

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