Un estudio de Feng Shui consiste en estudiar al fondo con la ayuda de los instrumentos el entorno exterior e interior.
Primero, para una casa dentro de la ciudad, habrá que estudiar la manzana en la que está construida la casa, las casas de los alrededores, la orografía de terreno, etc.
Para una casa en el campo, además de los factores anteriores, habrá que estudiar las montañas o ríos de sus alrededores.
Luego hay que estudiar específicamente la puerta de la entrada y luego los demás factores.
La puerta es muy importante porque es como la antena del televisor. Al igual que éste necesita la antena para recepcionar las imágenes, la puerta hace las veces de antena para la casa. La medida, la situación, lo que hay enfrente de la puerta es muy importante.
Después se van estudiando las demás estancias, el salón, la cocina, las habitaciones, el cuarto de baño, el pozo, el jardín, el depósito de agua, etc.
El objetivo de un estudio de Feng Shui es saber si el lugar está en pleno equilibrio con la naturaleza.
Si todo está de acuerdo con un buen Feng Shui, no hay que hacer ninguna modificación. Sin embargo, en la mayoría de los casos se necesita algunos ajustes.
Cuando se trata de pequeños cambios como mover muebles simples, no es necesario elegir una fecha específica. Sin embargo, cuando se trata de cambiar el sitio de la cama o efectuar obras, se necesitará una fecha, incluso una hora, adecuada con la ayuda del calendario.