Los aceites se utilizan de muchas maneras en la magia.
Recuerda que siempre que utilices aceites tienes de cargarlos de poder y llevar a cabo una visualización.
La forma más habitual es untar los aceites en las velas que luego se encienden al celebrar los ritos. El tipo de aceite y el color de la vela utilizada vienen determinados por el objetivo mágico. Los poderes del aceite se mezclan con los del color y los de la llama de la vela.
Todas estas energías son impulsadas por el poder personal del mago y dirigidas con rapidez hacia el objetivo mágico por medio de la visualización.
Por ejemplo, el hecho de extender un Aceite para el Amor sobre las muñecas, el cuello y el corazón y frotar esas partes del cuerpo, infunde en el mago ciertas energías que sirven para atraer el amor.
Asimismo, los Aceites de Valor te dan la fuerza necesaria para hacer grandes progresos frente a la adversidad.
Hasta un simple baño puede convertirse en toda una ceremonia efectiva si se vierten varias gotas de aceite en el agua.
Al deslizarse en la bañera y aspirar la fragancia del agua, el mago conduce las energías del aceite hasta su interior.
También es muy efectivo usar aceites sobre los talismanes y amuletos (que con frecuencia son “saquitos” o “bolsitas” con plantas y diversos materiales mágicos) unas gotitas de la mezcla oleosa que resulte apropiada. Por supuesto, esto se llevará a cabo teniendo presente el objetivo en cuestión.
Durante la ceremonia y los hechizos también se unta aceite en los cristales de cuarzo y en otras piedras, con el fin de aumentar sus energías.
En tal caso, las piedras se llevan puestas o simplemente se transportan o colocan en ciertos objetos místicos para provocar el cumplimiento de los objetivos mágicos específicos.