Tarot Etteilla

Esta baraja de Tarot fue diseñada únicamente para ocultistas en el siglo XVIII por el ocultista Jean-Baptiste Alliette cuyo pseudónimo de iniciado era justamente Etteilla, una transliteración de su apellido.

Este mazo de Tarot nace de una manera curiosa. Otro ocultista francés muy conocido de las personas iniciadas en este arte, Court de Gébelin, publicó en 1781 una obra llamada Le monde primitif (el mundo primitivo) en la que, entre otras cosásas, planteaba la hipótesis de que el Tarot era un antiguo libro egipcio de sabiduría antediluviana. Quizás, fue esa la primera vez que se planteó de forma seria la procedencia egipcia del Tarot. A raíz de esta publicación que causó gran impacto en Eteilla, éste se dedicó a estudiar el tema a fondo y dos años después, publicaría una obra que lleva por título, como divertirse uno mismo con el Tarot. Aunque el título parece irónico y hecho con el fin de ridiculizar la obra del Maestro Gébelin, es, en realidad, prácticamente el primer tratado en el que se describe el Tarot en su interpretación adivinatoria. Muy poco después, mandó a diseñar su propio mazo de Tarot que lleva su nombre.

Siete años después, interpretó la sabiduría hermética del Libro de Thot egipcio en un curso práctico en el que incluía sus reformulaciones acerca de los Arcanos Mayores y Menores e introducía en el Tarot los elementos y la astrología. Etteilla fundó la Sociedad de los intérpretes del Libro de Thot, una Sociedad de tarotista y defendió el origen egipcio del Tarot hasta su muerte a los 53 años en 1791.

Aunque no existe ninguna evidencia del origen egipcio del Tarot Eteilla fue uno de estudiosos que más han contribuido a dicha creencia.