Primero lo encontramos.

En base a tu Carta Astral y tus experiencias nos convertimos el Sherlock Holmes y el Dr. Watson.

Cogemos tu Carta (eso lo hago yo). A ti te toca recopilar la máxima información de tus ancestros hasta una quinta generación. No te asustes que no hay nada imposible. Tengo mis métodos, pero yo no puedo ir a preguntarle a tu madre o a tus tíos.

Pues, a ver, varita mágica los astrólogos no tenemos. Pero…

Para empezar, si tú sabes que “ciertos problemas a los que te enfrentas” no son “culpa tuya”, por decirlo de alguna manera, ya te proporciona cierto alivio.

Después, en función de lo que vemos en tu Carta y en base a tu experiencia, ya sabemos por dónde pueden venir los tiros y, por lo tanto, qué debemos empezar a buscar y cuáles son las preguntas que tienes que hacer.

Por supuesto yo te voy guiando durante el proceso para que tengamos éxito. Incluso te daré algunas pautas criminalísticas para que puedas detectar en la expresión de tus parientes, ciertas cosas que no te van a contar. Ya te he dicho que nos convertíamos en detectives.

Con toda esa recopilación de datos, ya sabremos qué es lo que te está influyendo, en qué y cómo.

Después si, se puede solucionar con otras disciplinas que, en mi caso, también manejo.

La experiencia de miles de personas y de miles de terapeutas han demostrado que eso ocurre y que se puede solucionar.

¿No se te había ocurrido nunca verdad?

Pues, empieza a pensar si algo en ti, esa vocecita interior a la que llamamos intuición, no te empieza a decir: ¡ostras! Que lo mismo si…

Hazle caso, la intuición es un arma poderosa que utilizamos poco.