Cuadratura, 90 grados
La Cuadratura es otro de los aspectos considerados como perjudiciales, aunque, como en La Oposición, no siempre lo sea.
Pero, en general, vamos a decir, que aquí los chicos tampoco se llevan demasiado bien.
Es como si, vamos a imaginar una gran mesa cuadrada en la que se sientan varias personas. Como no han calculado bien el sitio, tienen que aprovechar hasta las esquinas.
Y, ya sabemos, al que le toca esquina, le toca, inevitablemente, la pata de la mesa y la esquina de la mesa.
Vamos a imaginar que colocan un suculento plato de gambas (o de bombones de chocolate que no a todo el mundo le gustan las gambas) en el centro de la mesa.
Es inevitable, los que lo tienen peor para pillar una gamba son los que están en las esquinas. Y si tienen que acercar el plato al de una esquina, al que esté en la esquina de enfrente le va a quedar todavía más lejos.
Vamos que los dos están súper incomodos con la pata de la mesa y encima, como se la acerquen a uno el otro se queda a dos velas. En fin, que muy bien entre ellos no se van a mirar. Que durante la velada y, según como vaya la cosa, van a ser una especie de enemigos en “busca de la gamba”.
Bueno, con los planetas pasa lo mismo. Como están en ángulo, la fuerza ni se atrae ni se repele, están en una especie de tensión que no va hacia ninguna parte.
La tensión suele crear conflictos de los gordos. Y los conflictos no son buenos.
Pero, si sabes que te ha tocado esquina, vas a desarrollar formas de atraer el plato de gambas hacia ti con ingenio. Y, hasta puedes llegar a ser generoso y proponer que dividan el plato para que los puedan distribuir más cerca de las esquinas.
O sea, que tener una cuadratura, de entrada, bueno no es. Pero, si sabes que la tienes y aprendes a trabajarla, puede ser una buena lección de vida para salir airoso de situaciones difíciles.
