Oposición, 180 grados:
Este es el segundo aspecto más importante entre los aspectos planetarios o astrológicos.
Si seguimos con el símil de la piscina del artículo de la Conjunción. Es como si los nadadores estuvieran en sentidos opuestos. Vamos, que uno acaba de salir y el otro ha llegado al final y está a punto de dar la vuelta.
Lógicamente, no van a estar muy contentos. Sobre todo, el que aún está en el punto de partida, mientras el otro va ganando. Mientras uno estará enfadado como una mona, el otro se sentirá triunfante, pero, no se confiará demasiado no vaya a ser que el otro haga un sprint.
En fin, hasta la fecha, ningún planeta ha hecho un sprint para ganar a otro, menos mal, pero, cuando están opuestos no se llevan demasiado bien.
Es como si tuviéramos dos imanes.
Si los pones en el polo adecuado, como en la Conjunción, se atraen, se enamoran y no se quieren despegar. Pero, si los pones por el mismo lado, se repelen, no los juntas ni con toda la fuerza del mundo.
En la Oposición, los planetas están claramente enfadados el uno con el otro y, generalmente, crean conflictos.
Aun así, y depende dónde están situados, puede no ser tan fiero el León como lo pintan.